lunes, 1 de febrero de 2010

La invención del aceite de oliva


El olivo es uno de los ejemplares del mundo vegetal más tempranamente conocidos, cultivados y utilizados por el hombre. El olivo fue muy reverenciado en la antigüedad, puesto que con sus ramas se tejían las coronas de los vencedores y se le consideraba símbolo de la paz.

Los griegos atribuían la invención del aceite de oliva a la diosa Atenea.

Cuando Zeus fundó la capital de la provincia del Ática, declaró que esta ciudad llevaría el nombre de la divinidad, que otorgase el mejor regalo a los humanos.

Se disputaron dicho honor, Poseidón con la invención del caballo y la diosa Atenea con la del olivo. Los dioses consideraron que el regalo de Atenea era el más provechoso porque con él se obtenía sombra, leña para el hogar, olivas y aceite.

Es por ello que la ciudad recibió el nombre de ATENAS, que en griego significa “la ciudad de Atenea”.

En Roma el aceite era un producto extraordinariamente apreciado, por ello se vendía a precios elevadísimos; se le consideraba en los primeros tiempos de la República como un objeto de lujo y no de uso, por lo que sólo se distribuía al pueblo en circunstancias extraordinarias.


QUIQUAEQUOD

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